El duelo
¿ Por qué llorar?
¿ Por qué quedarse en la tristeza después de la ida de un ser querido ?
¿ Por qué tener miedo de ser abandonado?
¿ Por qué alimentar este malestar?
Tantos “Por qué” y ninguna respuesta que pudiera aliviarme hasta el momento que decidí participar a un seminario de la doctora Claude Imbert.
Entender esta ida para aceptarla fue para mí una liberación, a mis 41 años de este duelo no resuelto antes, y aparte de la mujer que era, era también esa niña de 7 años, la que aceptaba la ida de su primer gran amor, su padre.
Tenía sentimientos de tristeza, injusticia, abandono y rechazo, que se despertaban en cada situación similar sin comprender/entender porqué…
Y todo estaba en el comprender, una vez aceptada la inversión de cada sentimiento: la rabia se hacía tranquilidad , la tristeza alegría, la injusticia bondad, el abandono una presencia, el rechazo la asimilación, la incomprensión se volvía evidencia.
Pude revivir totalmente esos momentos de alegría que había tenido durante mis 7 primeros años con él y lo que hoy son mis bases, mis valores y guardar sólo el lado positivo de esta maravillosa historia de amor, sabiendo que estará siempre en mi corazón…
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